Ya no puedo ver la sinceridad de tus palabras, ya que se marchó hace ya bastante tiempo. Sin embargo, puedo apreciar como te escusas. Puedo notar como tu corazón te abandonó, porque se estaba muriendo en tu cuerpo. El sol desapareció y la tormenta ocupó su lugar.
Las lágrimas regresaron después de tanto tiempo. La soledad invadió tu cuerpo sin que pudieras luchar contra ella. Tu fuego interior fue extinguido.
Te fuiste yendo con el viento, hasta que no se te pudo ver en el horizonte. Conté lo días que faltaban para que te fueras, como quien cuenta estrellas.
Mi sonrisa fue cambiando con el tiempo y acabó por convertirse en una mueca de dolor y sufrimiento. Cambiaste, o simplemente maduraste. Se te olvidó todo lo que pasamos. No recuerdas las risas y momentos juntos, no recuerdas la felicidad que hemos sentido. Ahora te has marchado y estás tan lejos y ya nunca podré saber si has cambiado.
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