Mi cama está llena de pañuelos de tanto llorar. Estoy destrozada, rota por dentro. Lo único en lo que puedo pensar es en ti. No debí dejarte marchar, ahora me arrepiento y ya es demasiado tarde.
Recuerdo tu sonrisa iluminando todas mis mañanas. Tus suaves manos acariciando mis heridas. Todas esas imágenes pasan por mi cabeza, como si me fuera a morir. Las lágrimas recorren mis mejillas lentamente, no quieren caer. El dolor y el miedo crecen poco a poco en mí, y la felicidad se convierte en un recuerdo del pasado.
Te necesito tanto y no me había dado cuenta hasta ahora. Sé que me olvidarás, pero yo te voy a esperar toda mi vida.
Angelics.
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