Mágicamente al despertar, recordé aquella tarde en la que la fría brisa abrazaba nuestros tibios cuerpos al momento en el que por primera ves nuestros labios se encontraron.
Ese hermoso sueño que tanto anhelé y se hizo realidad; ese dulce momento que al principio rechacé por miedo a lastimarte.
Que difícil se me hace recordar lo que había escrito antes y que sin querer perdí; pero lo que es imposible de olvidar es, el agradable aroma de tu piel y el dulce sabor de tus suaves labios.
Cada segundo de ese momento, lo revivo al suspirar y sumergirme en mis recuerdos, esos recuerdos que también son tuyos.
Mejor que una maquina para viajar en el tiempo, ellos me hacen casi sentir tus labios junto a los míos; fue imposible para mi contener el deseo de hacer lo que me pedía el corazón. Y es que no se puede simplemente rechazar aquello que tanto deseas, por más que sea, para todo ser, lo prohibido se hace tentativo. Es por eso que no me arrepiento de nada, por que me hace bien el recordar como tus ojos brillaban con aquella intensidad, resaltaban tu hermosa sonrisa y combinaba con tus sonrojadas mejillas.
Quisiera poder recordar las últimas líneas con las que concluí esto que escribo ahora y que una vez perdí. Se me hace tan difícil lograrlo, solo espero encontrar algún día las palabras adecuadas para decirte lo mucho que....
TE AMO…
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