Decidí abrir mis ojos para despertar.
No me permitiría seguir aferrado a una ilusión que no se iba a hacer realidad.
Me creí esas mentiras,
esas palabras con las que juraste que conmigo querías estar,
esa mentira la cual tú no querías aceptar,
aceptar que fallaste de una forma inusual,
causando así que mi corazón se desgarrase sin ningún sonido,
sin sentido al momento de darme cuenta,
que nuestro amor era prohibido.
Nunca olvides mis “Te Amos”,
recuérdalos siempre aunque te sepan amargos...
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