Nunca exageres.
Nunca reveles un secreto.
Nunca prometas lo que no estés seguro de cumplir.
Nunca hables de tus propios hechos.
Nunca dejes de ser puntual a la hora señalada.
Nunca dejes de dar una contestación a una pregunta atenta.
Nunca interrogues a un criado o a un niño acerca de los asuntos familiares.
Nunca leas cartas que encuentres dirigidas a otro.
Nunca llames la atención hacia las imperfecciones de alguien.
Nunca refieras que has hecho algún regalo o algún favor.
Nunca te asocies con malas compañías; busca una buena o ninguna.
Nunca te fijes en la cicatriz, deformidad o defecto de alguien.
Nunca llames la atención de nadie, tocándole; háblale.
Nunca contestes en sociedad alguna pregunta que se haya hecho a otro.
Nunca prestes a otro lo que te hayan prestado a tí.
Nunca pases por en medio de dos personas que estén platicando.
Nunca demuestres mucha familiaridad con un nuevo conocido.
Nunca prometas lo que no estés seguro de cumplir.
Nunca hables de tus propios hechos.
Nunca dejes de ser puntual a la hora señalada.
Nunca dejes de dar una contestación a una pregunta atenta.
Nunca interrogues a un criado o a un niño acerca de los asuntos familiares.
Nunca leas cartas que encuentres dirigidas a otro.
Nunca llames la atención hacia las imperfecciones de alguien.
Nunca refieras que has hecho algún regalo o algún favor.
Nunca te asocies con malas compañías; busca una buena o ninguna.
Nunca te fijes en la cicatriz, deformidad o defecto de alguien.
Nunca llames la atención de nadie, tocándole; háblale.
Nunca contestes en sociedad alguna pregunta que se haya hecho a otro.
Nunca prestes a otro lo que te hayan prestado a tí.
Nunca pases por en medio de dos personas que estén platicando.
Nunca demuestres mucha familiaridad con un nuevo conocido.
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