Sólo una historia

Soy una mujer normal, vivo, sueño, amo, deseo…
Pero aquel día es el más tonto de mi vida, tenía un nuevo trabajo que aunque solo duraría 3 meses, me permitiría estar con uno de los hombres mas guapos que había conocido, atractivo, educado, un verdadero hombre, casi perfecto.
Empezamos a trabajar juntos, comparábamos avances, comíamos a veces juntos en fin era una proeza diaria no pensar más que en el trabajo. Sin embargo no podía siempre ser así, así que empecé a distraerme de él y de mí con la internet y ahí empezaron mis problemas.
Lo encontré un día solo se llamaba Sebastián y me abordó de inmediato, yo jugaba con los que me contactaban y le seguí el juego, me empezó a llamar “Cielo” y de pronto algo empezó a cambiar.
Me escribía todo en verso como si realmente quisiera conocerme y yo caí en la fina trampa de la Web. Lo que nunca, intercambié mi correo tan preciado y lo dejé pasar como tantos otros con los que había charlado. No me pareció debiera ser importante.
Mas al día siguiente mi correo estaba con varios mensajes de él, Sebastián, donde me pedía volver a encontrarnos, yo tenía que escapar de un amor que no me convenía y me pareció que era lo más adecuado, además tenía mis reglas y se las envíe para que las conociera.
Al parecer las aceptó y volvimos a encontrarnos una y otra vez y de cielo pase a hechicera, bruja, preciosa, niña, y aun sin hablar jamás de sexo con el me volví mujer.
Lo amaba, no con amor corporal tan simple, sino con un amor de cuentos de hadas.
Inteligente, multifacético, conocedor, hombre de mundo.
El mundo, eso fue lo mas triste, vivíamos en continentes lejanos, imposible de encontrarnos en mundos distantes. El con un negocio, una familia y un mundo donde el dominaba y era todo un Señor, yo en mi pequeña oficina con un trabajo parcial que pronto se terminaría. El con 20 años más y compromisos inquebrantables.
Pasó lo que tenía que suceder “ojos de otoño” tenía mucho trabajo y la diferencia horaria para encontrarnos le hacía estragos, su familia se dio cuenta y a su manera empezó a alejarlo, yo por mi parte le escribí en papel varias veces y le envié parte de mi corazón.
El me mandó el correo mas triste del mundo diciendo que no volvería a encontrarme nunca, yo aun no me resigno, fue mi ángel para no perderme en un amor impropio, fue mi sueño para encontrar mi propia feminidad y belleza interna, fue mi amor que encontré para solo perderlo y para el resto del mundo esta será solo una historia de otro ciberamor.
“Te amo Sebastián a pesar del tiempo en todos los sentidos, nunca fui tuya jamás, fuiste mío pero parte de nuestras vidas se pertenecen para siempre a la distancia y en el olvido”.
Luna
Tu luna nueva para siempre
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BY: Ferdinand Arjen
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